jueves, 19 de agosto de 2010

Actividades de torosturismo.com

Actividades torosturismo.


Desde la empresa torosturismo.com le proponemos un viaje a la carta y a medida para que conozca de cerca la esencia del toro bravo.

Le acompañaremos a las mejores fincas de nuestro país para acercarle su hábitat natural,

Le enseñamos las tareas del campo y procesos de selección, en los Hoteles Conde Rodrigo, cuartel general de torosturismo seguirá viviendo ambiente taurino desde su decoración como podrá celebrar todo tipo de experiencias en su plaza de tientas, desde aquí haremos las distintas visitas al campo que usted haya seleccionado dentro de nuestra amplia variedad de actividades, además le daremos posibilidad de vivir otro tipo de turismo en Ciudad Rodrigo y Salamanca , con visitas monumentales y teatrales.


Ciudad Rodrigo durante más de un año vive el Bicentenario de la Guerra de la independencia, para lo cual la Ciudad se ha volcado y muestra a nuestros visitantes la historia de cerca, con ofertas culturales muy variadas, museos, teatro, etc.


Por lo tanto una oferta cultural muy variada para que su experiencia sea muy gratificante

Al igual torosturimo.com les propone viajes a las mejores ferias taurinas con sus paquetes nacionales, los cuales además de proporcionarle entradas para los festejos, les reservará un buen hotel y le daremos recomendaciones sobre el ocio taurino en la ciudad, Coloquios, museos,etc, con la tarjeta de torosturismo le darán trato preferencial en algunos restaurantes


martes, 15 de junio de 2010


Tardes para el recuerdo por Pedro Martínez "Pedrés"
Queridos lectores, hay tardes y fechas que marcan la trayectoria de un torero y que no se olvidan, ya que son múltiples y diversos factores los que tienen que converger para que una tarde y una faena sean recordados consiguiendo la magia necesaria para que al final el triunfo sea rotundo y recordado. Esta es una profesión muy difícil, de más momentos amargos que dulces, en la que sin duda las tardes en las que no pasa nada abundan más a las de triunfo, aunque sin duda cuando estas últimas suceden no te quieres cambiar por nadie. El factor suerte es primordial, pero además hay que ”poner de acuerdo” el clima, el público, el ánimo del torero, y como no al toro. Todo esto conforma la magia de esta profesión, tan dura pero tan bonita a su vez.

Pedro Martínez “Pedrés”



Me vienen a la mente tres fechas, por un lado la presentación en Madrid mano a mano con mi paisano y amigo Juan Montero el 8 de Junio de 1952, la tarde de la alternativa el 12 de Octubre de 1952 en Valencia, y una tarde de Abril de 1963 en Sevilla, concretamente el día 22.
La primera por la importancia que tuvo para mi trayectoria profesional. Por un lado se dieron cita en Madrid miles de aficionados llegados en trenes especiales y autobuses desde Albacete que abarrotaron los tendidos de Las Ventas. Se lidió una novillada de D Manuel Sánchez Cobaleda, que salió preciosa y manejable. Corté una oreja al primero, fallando a espadas con mi segundo y cortando dos orejas al que cerraba el festejo, saliendo en hombros. A los cuatro días de tan señalada fecha para mi, firmé contrato de apoderamiento con Don José Flores (Camará Padre).

La alternativa en Valencia, el 12 de Octubre de 1952 alternando mano a mano con El Litri el día de su despedida. Se lidió una corrida de D. Manuel Sánchez Cobaleda, cortando dos orejas al toro de alternativa y las dos y el rabo al toro cuarto que fue un sobrero de Alipio Pérez T. Sanchón.

Por último, la otra tarde de recuerdo para mí sucedió en Sevilla. Alternaba en el cartel con Gregorio Sánchez y con Paco Camino, lidiando una corrida de toros de D. Carlos Urquijo de Federico, cortando una oreja al primero y las dos del segundo. La anécdota es que esa tarde sustituía a Jaime Ostos y me valió firmar ochenta corridas de toros para ese año.

sábado, 15 de mayo de 2010

El Campo, un Laboratio del Toro



Es verdaderamente impresionante conocer los entresijos del campo bravo que guarda en sus años de historia los secretos de la bravura y de la raza de lidia sin normas ni reglas escritas pero con el cuidado y la dedicación de quienes aman y se apasionan por el toro. A pesar de que se hace cierto el dicho de que “cada maestrillo tiene su librillo” y cada casa ganadera sigue sus propios criterios de selección y cría de las reses, hay algunos parámetros comunes en todas ellas y sobre todo hay ciertas labores y trabajos que se llevan a cabo en todas. Vamos a recorrer las más importantes…

Los tiempos han cambiado para los ganaderos de bravo y la imposición de las nuevas tecnologías y de los nuevos métodos de manejo y cuidados de las reses en el campo, se han impuesto en las dehesas de toda la geografía española. Cada vez se cuidan con más mimo y más delicadeza a los animales y cada vez se avanza más en buscar técnicas que ayuden a la mejora de su hábitat, su alimentación o a paliar los efectos de las enfermedades propias de la especie. Las fundas de fibra de vidrio para proteger los pitones del toro es sólo un ejemplo de estas nuevas técnicas que se llevan a cabo a diario en el campo.

Por otro lado, también se trabaja en perfeccionar las instalaciones ganaderas ya que el manejo del ganado bravo es complejo. Saneamientos, curas, tratamientos, vacunas y otras necesidades administrativas y legales, requieren de unos corrales en perfecto estado y de una infraestructura propia de nuestro tiempo

Entre otras muchas faenas camperas y quizá una de las más bellas y estéticas podemos hablarles del acoso y derribo. Es una modalidad que ha surgido de un trabajo en esencia llevado a cabo por ganaderos para transformarse casi en un deporte. Su tradición nos lleva hasta el siglo XVIII y podemos asegurar que de las faenas realizadas con toros es una de las que menos se ha modificado. La suerte del acoso y derribo de ganado tiene su raíz en el manejo del toro a campo abierto y la faena campera del tentadero de machos. Los que acosan son siempre dos jinetes, que forman lo que conocemos como “collera’.Uno de ellos tiene la misión de derribar y se denomina ‘garrochista’, mientras que su compañero de collera es el ‘amparador’, que tiene la misión de acosar a la res antes de la echada para atajar la dirección del animal y hacerla sesgarse ligeramente en su carrera para que el ángulo de empuje del garrochista favorezca el derribo. Actualmente los ganaderos andaluces mantienen la tradición de faenar acosando especialmente para tentar a campo.

La finalidad de cualquier tentadero es una prueba de bravura que mide el comportamiento del macho o de la hembra. Generalmente estas pruebas se realizan dentro de la plaza de tientas aunque existe y todavía se lleva a cabo en algunas fincas de ganado bravo lo que conocemos como a “campo abierto”.

Directamente vinculado con el acoso y derribo ya que es necesario apartar la res y conducirla hacia la zona en la que espera el picador. Los machos no se torean, es más, ni siquiera se les deja ver los trastos que se emplean en los tentaderos de hembras, sólo se trata de medir su bravura en el caballo y sus reacciones de distancia y fijeza al notar la puya. Por el contrario, en el caso de las hembras, es necesario pulsar su bravura y duración en la muleta. Su fijeza en los trastos y su codicia a la hora de seguir los engaños. Las futuras madres deben responder en firme a los marcados criterios de selección pautados por cada casa ganadera. La ventaja de los tentaderos a campo abierto es que los animales no tienen tan marcadas las querencias como en la plaza de tientas y por tanto no pueden acusar dichas tendencias a los terrenos en los que más cómodos se encuentran. Las hembras si son adecuadas según el criterio del ganadero se dejarán para madres de la ganadería y los machos, si superan el tentadero, podrían llegar a ser sementales de lidia. El tentadero de machos se realiza con un caballo de picar con peto que servirá para medir la fijeza y la bravura de la res que cuando sienta el castigo de la puya se empleará en dicho peto metiendo los riñones y queriendo pelear. Si el ganadero está conforme podrá torearse de muleta para ver sus condiciones y se analizarán otras variables como la raza, la movilidad, la codicia, la nobleza, la prontitud y la fijeza del macho.

Cambiando de asunto pero sin dejar las labores más representativas de nuestros ganaderos y que además se repiten cada año cíclicamente, nos detenemos ahora en el herradero. Es otra de las faenas de campo que consiste en marcar a fuego a las reses. Son varios los hierros que a partir de ese momento van a definir a simple vista el número del ejemplar, la ganadería a la que pertenece, la asociación de ganaderos en la que está inscrita e incluso el año en el que nació, a lo que llamamos guarismo. El herradero se hacía antiguamente a mano, es decir, se soltaba el becerro por una manga hasta la plaza de tientas, se mancornaba y una vez mancornado se echaban dos o tres hombres más a sujetarlo, se le tiraba al suelo y se realizaban todas las labores que actualmente se hacen a la vez que se marca a fuego las reses. En la actualidad ya se hace de la forma más común en todas las ganaderías. Se apartan los becerros a herrar se meten en un corral unido a través de una manga, hasta otro corral y este último tiene una cancela que da directamente a la pradera donde se encontraban los becerros antes de ser apartados para el herraje.

Una de las faenas camperas más en boga en los últimos años es el entrenamiento de los espadas en las fincas, en las plazas de tientas estoqueando toros o novillos a puerta cerrada con el objetivo de entrenarse de cara a los siguientes compromisos. Sentir al animal, observar su comportamiento y sus reacciones, estar delante de la cara del toro para familiarizarse con su volumen y su comportamiento es la finalidad última de los entrenamientos a puerta cerrada. Generalmente nadie ajeno al entorno del torero puede ser testigo de dichos entrenamientos pero TOROSTURISMO les ofrece la posibilidad de ver algo único que sólo tiene lugar en la intimidad del campo. Con nuestra variada carta de actividades podrá ser testigo de todas y cada una de las labores aquí descritas, sólo tiene que diseñar el menú a su gusto…

lunes, 3 de mayo de 2010

Manuel Caballero Tardes Para el Recuerdo


MANUEL CABALLERO

¿La mejor tarde mi vida? Esta es la cuestión que trataré de responder al artículo que me pide mi amigo Ceferino.
No es tarea fácil, pero trataré de desglosar periodos de tiempos en los que ha habido sensaciones de miedo, fracasos, triunfos, penas, alegrías, dolor tantas vicisitudes como se dan en la vida de cualquier torero.
¿Tardes importantes? Claro que las ha habido y muchas, pero no sólo por triunfos, si no por las sensaciones que me han transmitido.

Allá por el año 1.987, una tarde del caluroso mes de Agosto, toreaba un chaval de Albacete con 16 años en la Plaza de Toros de Ampuero; la becerrada de Pérez Angoso, buena y seria (así la vi yo) me permitió poder torear a placer como yo soñaba y entrenaba, con la suerte de que ese día un taurino importante como Alberto Aliaño (apoderado de Tomás Campuzano en esos momentos) se le estropeó el coche y mientras que se lo arreglaban pasó a ver esa becerrada y ¡qué suerte! me vio torear. A partir de entonces me apoderó y mi tío Herminio “entregó” la carrera de su sobrino al sevillano Aliaño.
Seguramente ha sido una de las tardes más importantes de mi vida, a partir de ahí lucha esfuerzo, trabajo, dedicación, hasta que una tarde de 2.004 en el mes de Enero me vi en Méjico, la despedida, mi despedida en la gran Plaza de Méjico con dos orejas y rabo en la mano.

Recuerdo la templanza del toro embistiendo tras mi muleta, cerca de 20.000 personas pidiéndome que no me fuera, quería alargar cada vez más la faena y entraba y salía de la cara del toro cada vez más despacio. Es curioso, me cuesta recordar la faena, sin embargo: ¡Qué sensación tan hermosa e inexplicable!


Desde esa tarde de Ampuero hasta la de Méjico hay cerca de dos millares de actuaciones y ahora, así, recordando, mi deseo es poder resumir una de mis grandes tardes. Si fue grande lo de Ampuero porque se pusieron los primeros cimientos, no fue menos esa tarde mágica de Méjico. Afortunadamente necesitaría muchas páginas web para trasladarles mis sensaciones y sólo se me ocurre una reflexión: ser torero es lo más hermoso que me ha pasado en mi vida.
Manuel Caballero